Terapia para la ansiedad en Valladolid: Recupera tu bienestar
La ansiedad es una respuesta natural de nuestro cuerpo ante situaciones de estrés y preocupación. Sin embargo, cuando esta sensación se vuelve constante o desproporcionada, puede afectar gravemente a nuestra calidad de vida. Desde Océane Psicólogos en Valladolid, te podemos ayudar a identificar y gestionar los síntomas de la ansiedad para que puedas recuperar el control de tu vida.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una emoción que nos ha acompañado desde siempre, que surge ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. Vivimos en una sociedad que nos exige ser productivos, responsables, sociables, todo ello mientras cada uno de nosotros sostenemos experiencias personales, recuerdos y preocupaciones. Esto, como probablemente te haya ocurrido alguna vez si estás leyendo estas líneas, puede derivar en un estado de ansiedad constante realmente agotador.
Cuando hablamos de ansiedad, no solo nos referimos a ese estrés ocasional, sino a un conjunto de manifestaciones físicas, emocionales y conductuales que pueden afectar a tu bienestar.
La ansiedad se manifiesta de diferentes formas y afecta a varios niveles: cognitivo, emocional, físico y conductual. Conocer los síntomas, es el primer paso para identificar si estás sufriendo ansiedad y poder tomar así medidas para gestionarla. A continuación, te explicamos cómo se presenta en cada uno de estos niveles:
1. Síntomas cognitivos
La ansiedad puede manifestarse a través de pensamientos intrusivos que se vuelven difíciles de controlar. Entre los más comunes encontramos:
Preocupación constante
Pensamientos repetitivos sobre problemas cotidianos que, a menudo, son desproporcionados o no se ajustan a la realidad.
Pensamientos catastróficos
Interpretación negativa de lo sucedido, anticipando siempre lo peor.
Dificultad para concentrarse
Incluso en tareas simples. Esto es debido a que los pensamientos intrusivos abarcan cada vez más espacio en nuestro día a día.
Miedo excesivo
Una sensación de amenaza o peligro que no está vinculada a un objeto o situación concreta, lo que genera un estado de alerta constante.
La ansiedad afecta directamente al cuerpo, y muchas personas no se dan cuenta de que los síntomas físicos que experimentan están relacionados con la ansiedad. Algunos de los síntomas físicos más comunes son:
Taquicardias o palpitaciones
Sensación de que el corazón “se va a salir del pecho”, elevación de la frecuencia cardíaca que puede confundirse con problemas cardíacos.
Sudoración excesiva
Especialmente en manos y pies, incluso en situaciones no estresantes.
Mareos o vértigos
Sensación de inestabilidad o de que nuestro alrededor está dando vueltas, lo que puede generar miedo irracional a perder el control.
Dolor o presión en el pecho
A veces se confunde con síntomas de un infarto, pero puede ser una respuesta física a la ansiedad.
Problemas digestivos
Dolores de estómago, náuseas, o malestar gastrointestinal constante que pueden manifestarse en episodios de diarrea o estreñimiento.
Tensión muscular
Rigidez o dolor en los músculos, sobre todo en áreas como el cuello, la espalda y los hombros, debido a la tensión acumulada por el estrés y la ansiedad.
Dificultad para respirar
Sensación de falta de aire o respiración superficial, lo que genera aún más ansiedad al creer que algo malo está sucediendo.
A nivel conductual, la ansiedad afecta a la forma en que reaccionamos ante estímulos del entorno. Algunas de las conductas más comunes en estas situaciones son:
Evitación
Evitamos situaciones, lugares o personas que creemos que pueden desencadenar la respuesta de ansiedad, lo que a largo plazo refuerza el problema, ya que no nos exponemos a nuestros miedos.
Bloqueo a la hora de tomar decisiones
La ansiedad genera una excesiva producción cognitiva, que dificulta la toma de decisiones, incluso en aspectos sencillos, lo que puede llevar a la inacción.
Hipervigilancia
Estado de alerta constante, anticipando peligros o amenazas, incluso cuando no existen. Este comportamiento puede llevar al agotamiento físico y cognitivo.
Comportamientos de huida o escape
Al enfrentarse a situaciones que generan ansiedad, los niveles de angustia pueden ser tan grandes, que nos lleven a escapar o retirarnos rápidamente, para protegernos.
La ansiedad no tratada puede convertirse en un problema crónico que impacta todas las áreas de nuestra vida: relaciones, trabajo, salud física y mental. La sensación de miedo constante, junto con los síntomas físicos debilitantes, puede llevar al aislamiento, problemas en el trabajo o en la escuela, y la incapacidad para disfrutar de las actividades cotidianas.
Es fundamental aprender a reconocer la ansiedad y buscar ayuda profesional para evitar que afecte tu calidad de vida.
Si vives en Valladolid y sientes que la ansiedad está cobrando protagonismo en tu vida, no lo dudes, desde Océane Psicólogos podemos ayudarte. Somos un equipo de profesionales especializados que te guiaremos en cada paso del proceso para poder recuperar tu bienestar. El abordaje de la ansiedad puede llevarse a cabo desde distintas perspectivas. No se trata de buscar la mejor, si no de construir el enfoque más adecuado para ti. Nosotros te guiaremos en ese camino.
A continuación, te mostramos algunas técnicas propias de diferentes corrientes psicológicas, que cuentan con mayor evidencia científica y aplicamos frecuentemente:
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
Se centra en identificar y modificar los pensamientos y comportamientos que mantienen la ansiedad. En consulta, trabajamos:
Detectar pensamientos negativos: el primer paso será reconocer esos pensamientos que desencadenan tu ansiedad y ayudarte a reemplazarlos por otros más realistas y ajustados.
Cambiar patrones de conducta: esto te permitirá afrontar tus miedos de forma gradual, evitando caer en patrones de evitación que agravan la ansiedad.
Desarrollar habilidades: puesta en marcha de técnicas para gestionar el estrés y las emociones en tu vida diaria, lo que te ayudará a sentirte más seguro.
Técnicas de relajación
Otro de los enfoques para tratar la ansiedad son las técnicas de relajación y mindfulness. Estas técnicas son muy efectivas para reducir los síntomas físicos que acompañan a la ansiedad, como la tensión muscular o las taquicardias. Podemos encontrar algunas variantes como:
Relajación muscular progresiva: reducción de la tensión muscular de forma consciente, mejorando tu bienestar físico y mental.
Técnicas de respiración diafragmática: ejercicios de respiración profunda que te ayudarán a reducir la sensación de ahogo y ansiedad.
Mindfulness: a través de la atención plena, podrás centrar tu mente en el presente, evitando que los pensamientos intrusivos te dominen.
Técnicas de exposición
La exposición está especialmente indicada en casos de fobias o ataques de pánico. Este enfoque consiste en enfrentarse gradualmente a los estímulos que causan ansiedad, siempre con el apoyo de un terapeuta.
Generalmente, consta de los siguientes pasos:
En un primer lugar, procederemos al análisis de situaciones que te producen ansiedad y detectaremos los factores que la potencian.
Posteriormente, los ordenaremos en base al grado de dificultad que percibas.
Por último, trabajaremos combinando herramientas de relajación, exposición y desensibilización sistemática, con la finalidad de que reduzcamos las reacciones ansiosas y de que logremos confrontar esas situaciones desde la calma.
Técnicas procedentes de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)
Desde este enfoque te ayudaremos a aceptar los pensamientos y emociones difíciles sin intentar suprimirlos, lo que te permitirá vivir de manera más plena.
Aceptación: de los pensamientos y emociones ansiosos sin dejar que te dominen.
Compromiso con tus valores: trabajaremos juntos para identificar lo que realmente es importante para ti y ayudarte a actuar conforme a esos valores.
¿Por qué acudir a un psicólogo para la ansiedad?
Buscar ayuda profesional es un paso clave para superar la ansiedad. La intervención adecuada puede prevenir que la ansiedad desencadene una problemática más grave en el futuro. Nuestro equipo de psicólogos te proporcionará el espacio seguro y las herramientas necesarias para entender y manejar tus emociones.